2014-08-17

¿Ancestro común, diseño común, o ambos?—William Dembski, Jonathan Wells


Los organismos comparten mucho entre si. De hecho, muchas de las similitudes son tan sorprendentes que sólo podían surgir de una causa común. La cuestión clave, por lo tanto, tiene que ver con la naturaleza de esa causa. ¿Es el diseño común o la ascendencia común, o tal vez una combinación de ambos? En ausencia de diseño, la ascendencia común se convierte en la explicación por defecto para las similitudes que impregnan el mundo biológico. Cualquier teoría materialista de la evolución, al rechazar el diseño, se compromete automáticamente con la idea de la ascendencia común. Pero una vez que el diseño está de vuelta en la imagen, la ascendencia común ya no puede darse por sentada. Sin duda, el diseño común y ascendencia común podrían funcionar juntos. Pero el diseño común por sí sólo podría ser también responsable de las características similares que abundan en la biología.

Muchos objetos con los que estamos relacionados, a pesar de que comparten similitudes, no derivan de un proceso evolutivo que se remonta a un antepasado común. Considere aquellos artefactos humanos, tales como automóviles, pinturas, o herramientas de carpintero. Lo que hace que todas las corbetas, o todas las obras de Rembrandt, o todos los destornilladores parezcan iguales, es que derivan de un diseño o patrón común en la mente de una inteligencia diseñadora. Sabemos por experiencia que cuando las personas diseñan cosas (como el motor de un coche), comienzan con un concepto básico y lo terminan adaptando a diferentes fines. En lo posible, los diseñadores tienen más en cuenta a las modalidades y conceptos existentes en lugar de empezar desde cero. Nuestra experiencia de cómo funciona la inteligencia humana da una idea de cómo una inteligencia diseñadora responsable de la vida podría haber funcionado.

Las teorías del diseño inteligente y la evolución materialista ofrecen una explicación de por qué los seres vivos comparten características comunes. Y puesto que ambas teorías son capaces de responder por las similitudes, la mera existencia de similitudes no se cuenta como evidencia a favor o en contra de una u otra teoría. Sin embargo, hay más a considerar, y es el patrón errático y en mosaico de las similitudes. Recordemos el rompecabezas de los marsupiales. De acuerdo con la teoría de Darwin, lo que parecen ser lobos, gatos, ardillas, marmotas, osos hormigueros, topos y ratones todos evolucionaron dos veces: una vez como mamíferos placentarios y otra vez, de forma independiente, como marsupiales. Esto equivale a la sorprendente afirmación de que un proceso no dirigido de variación aleatoria y selección natural de alguna manera dio con características idénticas muchas veces en organismos muy distantes entre sí. O tómese el caso del vuelo. La capacidad de vuelo propulsado requiere un conjunto tremendamente complejo de adaptaciones que afectan a prácticamente todos los órganos del cuerpo (véase la figura 5.15). Sin embargo, los darwinistas afirman que el vuelo se desarrolló de forma independiente y sin diseñadores no una, sino cuatro veces: en las aves, los insectos, los mamíferos (murciélagos), y en los pterosaurios (reptiles voladores extintos).


En biología, las similitudes no forman un patrón simple de ramificación sugestivo de ascendencia evolutiva (genealógica). En lugar de ello, se producen en un mosaico complejo o patrón modular. Observamos bloques discretos, biológicamente significativos que se pueden montar de varias maneras, y que no muy diferentes a las subrutinas en un programa de ordenador. Los programas genéticos de diferentes organismos pueden ser vistos como colecciones organizadas jerárquicamente de subrutinas cuidadosamente seleccionadas de una biblioteca completa de subrutinas. O, para usar otra analogía, las semejanzas entre los seres vivos son unidades pre-ensambladas que pueden ser conectadas a una placa de circuito electrónico complejo. Pueden variar de acuerdo a las necesidades de un organismo de desempeñar funciones especiales en el aire o el agua o en tierra. Los organismos son mosaicos compuestos de tales unidades o módulos. En consecuencia, el logro de la diversidad de formas biológicas que vemos hoy es una cuestión de combinar diferencialmente estos diferentes "módulos de diseño".

Decir que cada organismo está organizado jerárquicamente en series integradas de módulos de diseño no es toda la historia. Los efectos del diseño están, sin duda, presentes en la biología. Pero también lo están los accidentes de la historia. Los accidentes de la historia pueden reorganizar, modificar, o incluso romper módulos de diseño. Una vez que se producen estos cambios en los sistemas biológicos, pueden ser transmitidos en la reproducción a través de sucesivas generaciones de organismos siempre que la selección no los deje fuera. Aquellas similitudes que son debidas a los accidentes de la historia no son el resultado de diseño común, sino de lo que en la sección 5.6 denominamos "inercia generativa"—rasgos que se dejan llevar por el camino, simplemente porque el proceso de reproducción no es selectivo en aquello que reproduce. Esta es la razón por las que las características similares que no presentan ninguna función son mucho más eficaces en el argumento de un ancestro común que las características similares que tienen una función. Características similares que son funcionales parecen, a primera vista, ser módulos de diseño. Pero las características similares que no son funcionales parecen ser, a primera vista, accidentes de la historia arrastrados por la inercia generativa.

No debemos quedar atrapados en un falso dilema. Un falso dilema presenta una elección entre dos opciones, ninguna de las cuales es completamente aceptable, pero que en su conjunto pretenden ser mutuamente exhaustivas y excluyentes. El falso dilema aquí es el diseño común frente a la ascendencia común. Es lógicamente posible tener diseño común sin ascendencia común, así como ascendencia común sin diseño común. Pero el diseño común y la ascendencia común no son mutuamente excluyentes. Los dos pueden trabajar juntos. Podemos imaginar a la vida como si estuviera constituida en módulos de diseño jerárquicamente dispuestos, que en el transcurso de la historia natural han sufrido cambios evolutivos importantes a través de la actividad de las fuerzas naturales, como también a través de la orientación de una inteligencia que supervisa. Cuánto cambio evolutivo se ha producido en cada vía o forma todavía permanece como una pregunta abierta.

La evolución materialista no se limita solo a aceptar la ascendencia común; también rechaza cualquier diseño real en el proceso evolutivo. El diseño inteligente, por el contrario, sostiene que el diseño biológico es real y empíricamente detectable independientemente de si se produce dentro de un proceso evolutivo o en etapas discretas independientes. El veredicto no se ha dictado aún, y los defensores del Diseño Inteligente en sí mismos tienen opiniones diferentes sobre el alcance de la interconexión evolutiva de los organismos, algunos incluso aceptan la ascendencia común universal (es decir, el gran árbol de la vida de Darwin). [61]

La ascendencia común en combinación con un diseño común podrían explicar los rasgos similares que aparecen en la biología. La verdadera pregunta es si la ascendencia común sin incluir al diseño puede hacerlo por si sola—en otras palabras, a través del mecanismo evolutivo. La evidencia de la biología demuestra cada vez más que no es posible.


Autores: 

- William Dembski -Tiene un Ph.D. en filosofía (Universidad de Illions en Chicago) y un Ph.D. en matematica (Universidad de Chicago). Es uno de los principales teóricos del Diseño Inteligente y ha escrito varios libros sobre la temática. Es autor del primer libro del Diseño Inteligente publicado por una editorial universitaria renombrada:The Design Inference: Elimitating Chance Through Small Probabilities. (Cambridge University Press, 1998). Es investigador del Discovery Institute.


- Jonathan Wells - Tiene un Ph.D. en biología celular y molecular de la Universidad de California en Berkeley. Actualmente es uno de los principales investigadores del Discovery Institute.

Traductor: Daniel Alonso - Estudia Licenciatura en Ciencias Biológicas en la UNT, Argentina.

Fuente: Dembski, W.; Wells J. (2008) the Design of Life: Discovering Signs of Intelligence in Biological Systems, The Foundation for Thought and Ethics, Dallas, p. 140-142.

REFERENCIAS:

[61] Michael Behe, uno de los principales proponentes del diseño inteligente, escribe: “Encuentro a la idea del ancestro común como bastante convincente, y no tengo ninguna razón particular para dudar de ella”. Lea su libro Darwins Black’s Box (New York: Free Press, 1996) p. 5. 

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